Mi mundo
La literatura nace en suelo fértil. Parte de ese suelo son estas seis vidas simultáneas que aquí presento, hechas de material volcánico (Armas y Caballos), metamórfico (Tantra y Mar) y profundamente sedimentario (Arco y Bodybuilding).

Armas de fuego
Las armas de fuego han sido una presencia constante en mi vida. A la formación práctica añadí el estudio de la balística general reuniendo y estudiando la mejor bibliografía que pude encontrar.

Caballos
Monto desde que tengo memoria. Uno de mis primeros recuerdos es salir despedido por la grupa de un caballo dando volteretas en el aire. El caballo se llamaba Capitán y era un pinto que normalmente usaba mi padre. Aquella mañana, sin embargo, Manolo, el profesor de equitación, lo había seleccionado de modo excepcional para darme clase... y la clase empezaba con una sesión de gimnasia sobre la montura del animal.

El mar
Navegar, ya sea a vela o a motor, no es sólo un gran placer: es también una increíble lección existencial. Todos esos factores que en la vida cotidiana se ignoran a menos que adquieran forma superlativa —los vientos, los puntos cardinales, la forma de las nubes, la índole climática a una, dos, tres... horas vista— se vuelven realidades indelebles cuando te deslizas por un “suelo” movedizo, metamórfico, con temperamento...

El arco
A mí me inició Rodri (Rodrigo Ruiz Loré) hace ahora algo más de diez años, un día de mollizna, niebla y frío en Enero del 2014 en que acudí a Vall-Llobera con una docena de buenos amigos a probar qué fuera eso del tiro con arco. Y el tiro con arco parecía muchas cosas a la vez... todo menos fácil. Rodri, sin embargo, nos dio una perla de luminosa sabiduría aquella hosca mañana: “La única flecha mala es la que no te enseña nada”.

Bodybuilding
No me gusta demasiado el término culturismo como nombre del deporte que consiste en muscular —y a través de la musculación, modelar— el cuerpo a partir del trabajo con pesas. Bodybuilding es una palabra más fiel a lo que uno busca con esta disciplina: construirse un cuerpo; proporcionar al propio físico una forma que sea el resultado del esfuerzo, la voluntad, el diseño; progresar en fuerza, resistencia y consciencia tisular.

Tantra
Desde mi encuentro con el misterioso Mr. Phylar en Delhi en 1987, mi atracción por Kali, esa deidad oscura con el resplandor de diez mil millones de soles, no ha cesado. Su apariencia violenta y terrífica nos recuerda lo pequeños que somos, lo limitado, condicionado y distorsionado de nuestra visión, que percibe un demonio sanguinario allí donde se manifiesta la mano rauda, educadora y transformadora de la Madre Suprema.