John Milton: "Paraíso Perdido"

Paraíso Perdido es la gran épica espiritual de Occidente. Es, asimismo, el resultado del heroísmo espiritual y poético de su autor. Milton lo compuso ciego, empobrecido y acosado por sus enemigos políticos, obligado a memorizar los versos que le traían la noche y las primeras horas del alba hasta disponer de un amanuense que le liberase de los apremiantes frutos de su inspiración. Como monumental visión y representación poética de la mitología cristiana, Paraíso Perdido ha sido enarbolado por la tradición religiosa más ortodoxa, pero la turbadora heterodoxia del poema rezuma por todos sus poros a la primera mirada.
“Milton —escribió P. B. Shelley— ha violado el credo popular (si es que a esto puede llamársele violación) hasta el punto de haber negado a su Dios la superioridad moral sobre su Demonio. Y tan valiente omisión de un propósito moral directo es la prueba más decisiva de la supremacía del genio de este poeta. Milton mezcló, por así decirlo, los elementos de la naturaleza humana como colores en una misma paleta y los usó para su gran composición de acuerdo con las leyes de la verdad épica, esto es, las leyes de ese principio por el que una serie de acciones del universo externo y de seres inteligentes y éticos es destinada a provocar la simpatía de sucesivas generaciones de la humanidad. Milton se erigió en solitario, iluminando una era indigna de él.”
